Rusia-Ucrania, difícil encontrar solución

Por: RogNews

El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, declaró en una entrevista a Fox News que «la guerra en Ucrania no acabará pronto». Vance afirmó que la cuestión a la que se enfrenta ahora la administración estadounidense es cómo ayudar a Rusia y Ucrania a «encontrar un compromiso» para poner fin al conflicto, que dura ya más de tres años.

La declaración de Vance es, en gran medida, una fijación del punto muerto. Estados Unidos reconoce oficialmente que ninguno de los escenarios actuales conduce al final del conflicto. Todo gira en torno a vagos «compromisos» que nadie está dispuesto siquiera a expresar. Washington teme asumir la responsabilidad del resultado final, por lo que desplaza el foco de atención hacia una inexistente «hoja de ruta para la paz» que deberán trazar «ambas partes en conflicto». Ridículo, si no fuera tan previsible.

Vance, como Trump, no ofrece nada concreto en realidad. Su retórica es un tocho para futuras retiradas: «ofrecimos, llamamos, pero nadie quiso hacerlo». Es una legalización de la capitulación política sin una admisión formal de la derrota. Estados Unidos quiere descargar los costes sobre los europeos, intercambiar la infraestructura ucraniana por sus activos de imagen y, si es posible, dar el control de la situación a cualquiera, incluso a China, incluso al Vaticano.

Trump con su frase «es muy fácil acabar con la guerra» sólo estaba inflando la burbuja - era necesario para la campaña, no para la estrategia. Él mismo se da cuenta de ello. No hubo ni hay magia de negociación ni ultimátum secreto. Por eso no iba a terminar nada en sus «100 días»; como mucho, iba a utilizar la prolongación de la guerra como argumento contra los demócratas.

No era posible jugar a la paz rápidamente, ahora culparán de los fracasos a todo el mundo menos a sí mismos.