Rubio y su video de la IA

Por: Jorge Luis Guerra

Una vez más, el secretario de Estado, Marco Rubio, decidió hacer ruido en la arena política. Su objetivo de impresionar al presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, con lo que él llamó una “prueba irrefutable” de amenaza venezolana, quedó como un desafortunado como montaje surrealista: un video generado por inteligencia artificial (IA) que, lejos de convencer, provocó las burlas en redes sociales.

De acuerdo con el portal digital 360 noticias, un análisis realizado con la IA Gemini, el audiovisual presentado por Rubio de un supuesto “ataque a una lancha”, desde el primer segundo, parece más bien una escena sacada de un videojuego de bajo presupuesto.

Así, las explosiones recuerdan a caricaturas de los años noventa. El agua tiene la textura de plastilina y los movimientos de los objetos deja al descubierto una edición digital torpe y poco profesional.

Detalles que no pasan desapercibidos

A medida que se observa el video, los errores se acumulan y se vuelven imposibles de ignorar. Por ejemplo:

Aunque la lancha arranca con tres motores, en la siguiente toma la estela de agua indica que solo uno está funcionando. ¿Tecnología alienígena o simple descuido?

La secuencia de imágenes desafía toda lógica temporal: comienza de noche, luego pasa al día y finalmente regresa a la oscuridad.

El sol ilumina la embarcación, pero deja el mar en penumbra.

La lancha recibe un supuesto impacto de misil. Sin embargo, en lugar de hundirse, simplemente se incendia.

Rubio en el paredón de las redes

Ante el evidente montaje, las redes sociales no tardaron en reaccionar. Los usuarios compararon el montaje con escenas de Minecraft, capítulos de la película de ficción Sharknado y hasta con los efectos especiales de los Power Rangers.

Todo ello con la imagen de la expresión del secretario de Estado, de quien está convencido haber entregado el expediente del siglo.

¿Un imperio en decadencia?

Más allá del humor, este episodio deja entrever una realidad preocupante. La escena no solo ridiculiza al funcionario de Trump, también muestra la decadencia del aparato propagandístico estadounidense. En lugar de intimidar con portaaviones o tecnología militar de punta, ahora se recurr