Muere el músico Chuck Mangione a los 84 años
- Raul Breton

- Jul 25
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La vocación musical de Mangione se manifestó desde muy joven en su ciudad natal de Rochester, donde formó, con su hermano pianista Gap, la banda The Jazz Brothers, con la que grabó tres álbumes. Creció en un hogar donde su padre lo expuso a los grandes del jazz de los años cincuenta, entre ellos Dizzy Gillespie, un amigo de la familia que cenaba con ellos con frecuencia. Su talento se consolidó luego durante su paso por la reconocida Eastman School of Music, donde estudió entre 1958 y 1963, un periodo decisivo en el desarrollo de su técnica y sensibilidad artística.
Tras su gran hito, Mangione también compuso Chase the Clouds Away, adoptada por los Juegos Olímpicos de 1976 o Give It All You Got, creada especialmente para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 en Lake Placid, donde la interpretó durante la ceremonia de clausura.
Mangione ganó dos premios Grammy de un total de 14 nominaciones. El primero fue en 1977, en la categoría de mejor composición instrumental, por Bellavia, una pieza que dedicó a su madre. En 1979 obtuvo el segundo, en la categoría de mejor interpretación instrumental pop, por The Children of Sanchez. Esta última, banda sonora de la película del mismo nombre, también fue galardonada con un Globo de Oro.
A finales de los años noventa, la música de Mangione atrajo a nuevos fans cuando interpretó una versión de sí mismo en la serie animada de la cadena Fox King of the Hill, como voz del ficticio supermercado Mega-lo-mart, con el eslogan “shopping feels so good” (algo así como “comprar sienta bien”). También compuso la música para el episodio especial del Día de San Valentín de 1998.
En 1988 tocó en España y así lo recuerda una crónica de Jorge Flo para este periódico, donde se destacaba la capacidad del músico para “manejar la noche a su antojo”: “No produce explosiones de júbilo e historia, pero tiene todos los ingredientes para no ser nunca rechazado. Mangione lo sabe y utiliza esta ausencia de tensión para hacer del público su cómplice, como cuando desciende del escenario a tocar entre los asistentes e invita a bailar a una enamorada mientras la banda sigue tocando. También cuida con esmero sulook-gabanes, gabardinas y el inevitable sombrero-, adecuándolo consecuentemente. Su personalidad y su música se hacen por momentos irresistibles (...) Muchos salieron enamorados de la música de Mangione. O de él".




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