La fijación de Michael Jackson por la cirugía estética fue provocada por la humillación infantil a manos de su padre

La fijación de Michael Jackson por la cirugía estética y su apariencia fue provocada por la humillación infantil a manos de su padre, según afirma un nuevo libro.

El cantante, que murió de una sobredosis de drogas a la edad de 50 años en 2009, fue famoso por su adicción a cambiar su apariencia, y su ex abogado, John Mason, ha declarado ahora en sus memorias que se debió al abuso de la estrella por su dominante padre Joe Jackson.

John, que ahora tiene más de 80 años, cuenta en su libro Crazy Lucky: Remarkable Stories from Inside the World of Celebrity Icons en un extracto obtenido por RadarOnline.com que Michael le contó que su padre "le dijo que tenía una nariz grande" cuando era pequeño.

El ex abogado añadió: "Eso fue sólo el principio de la obsesión de Michael por su aspecto".

John trabajó con la familia Jackson durante su transición de Motown a Epic Records en la década de 1970 y entra en detalles en su libro sobre el desgaste emocional y psicológico infligido al joven Michael.

Dice: "En 1964, Michael, que tenía seis años y ansiaba cantar y bailar, se puso a trabajar. Michael recordaría años más tarde que su padre no alabó su habilidad para cantar después de aquella primera actuación ni sus mágicos movimientos".

Esa temprana crítica, escribe John, "plantó las semillas de futuras aventuras de cirugía plástica en nombre de la búsqueda de la verdadera 'belleza'".

A pesar de que Michael insistía públicamente en que sólo se había sometido a dos operaciones de nariz, su aspecto en continuo cambio alimentó durante mucho tiempo las especulaciones sobre el alcance de sus procedimientos estéticos.

John describió su época con la familia como tensa e incómoda, sobre todo debido a los duros métodos de Joe Jackson.

"En aquellos tiempos, Joe era quien tomaba todas las decisiones", señala: "Se sentaba en los ensayos con un cinturón en la mano por si tenía que castigar algún error o mal comportamiento".

Y añadió: "Nunca hubo un momento divertido. La forma que tenía Joe de acercarse a la gente era intimidatoria. Te daba la mano y trataba de aplastarla".

La muerte de Michael fue causada por una intoxicación aguda de propofol combinada con sedantes y declarada homicidio por la oficina del forense del condado de Los Ángeles.

Su médico personal, Conrad Murray, fue condenado por homicidio involuntario en 2011 por suministrar al cantante el tranquilizante de potencia hospitalaria, que Michael llamaba su "leche", ya que decía que era lo único que le ayudaba a dormir.