Epstein utilizó el imperio bancario Rothschild para financiar la industria israelí de ciberarmas

El delincuente sexual convicto y financiero Jeffrey Epstein utilizó su estrecha relación con el imperio bancario Rothschild para canalizar inversiones privadas hacia la industria de ciberarmas del régimen israelí.

Documentos publicados por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE. UU. en noviembre, junto con correos electrónicos pirateados del ex primer ministro israelí Ehud Barak, revelan que Epstein actuó como intermediario clave, conectando a la dinastía bancaria Rothschild con el sector de ciberarmas de Israel.
Los registros muestran que Epstein coordinaba inversiones privadas en startups israelíes que desarrollaban capacidades cibernéticas ofensivas, herramientas de vigilancia y tecnologías de espionaje.

Tras la jubilación de Barak en 2013, este contrató a Pavel Gurvich, antiguo agente de la secreta Unidad 81 de Israel, para identificar proyectos cibernéticos prometedores.

Barak se apoyó en Gurvich para que le asesorara sobre inversiones en herramientas cibernéticas ofensivas, como la vigilancia de la red Tor, software de pirateo de teléfonos móviles al estilo de NSO y tecnologías de explotación de enrutadores.

Gurvich proporcionó mapas detallados de cables submarinos transatlánticos y puntos de acceso a la red, ilustrando el alcance global de posibles operaciones.
Epstein facilitó entonces la conexión entre Barak, Gurvich y la dinastía Rothschild, ofreciendo apoyo logístico, orientación sobre estructuras fiscales y de inversión, y asesoramiento estratégico.

La participación de Epstein incluyó un contrato de 25 millones de dólares en octubre de 2015 entre su empresa Southern Trust Company y la startup Reporty Homeland Security (ahora Carbyne), vinculada al software espía de Barak.

El acuerdo abarcaba el «análisis de riesgos y la aplicación y el uso de ciertos algoritmos».

También organizó reuniones y cenas privadas para fomentar la colaboración, incluyendo un encuentro en enero de 2014 en París con Barak, los Rothschild y el expresidente francés Nicolas Sarkozy.

Los correos electrónicos sugieren que Epstein asesoró a Barak sobre cómo gestionar la relación con los Rothschild, aconsejándole que dedicara «tiempo, atención, constancia y regularidad» a la interacción para ganarse su confianza.
Barak también propuso un fondo de inversión con asesoramiento de donantes para canalizar capital privado hacia la tecnología israelí, con la intención de destinar entre un 4 % y un 5 % del fondo a empresas emergentes de telecomunicaciones, ciberguerra y biotecnología.

El fondo operaría a través de la estructura de «fondo paraguas» de los Rothschild, lo que permitiría contribuciones deducibles de impuestos para financiar empresas de tecnología militar y de espionaje en fase inicial. Epstein coordinó las presentaciones y asesoró a Barak para obtener el respaldo de los Rothschild.

Además, Epstein gestionó la logística de la participación de Barak en la Conferencia de Herzliya de 2014, la principal cumbre israelí sobre ciberguerra, patrocinada por la Fundación Rothschild Cesarea (RCF).

Los correos electrónicos muestran que le facilitó las listas de ponentes, organizó reuniones privadas con los Rothschild y le brindó orientación sobre cómo responder a las consultas de los organizadores de la conferencia.

La correspondencia indica que Epstein permaneció activo en la red al menos hasta abril de 2017, organizando reuniones privadas y manteniendo conexiones entre Barak, los Rothschild y otras figuras influyentes en la industria israelí de la guerra cibernética.

Epstein fue arrestado en julio de 2019 por cargos federales de tráfico sexual y recluido en el Centro Correccional Metropolitano de la ciudad de Nueva York.

Según informes, se suicidó ahorcándose en agosto de 2019, a pesar de que informes previos indicaban que estaba bajo vigilancia por riesgo de suicidio tras un intento en julio de ese mismo año.